El IESA, en el marco de sus 50 años, realizó la graduación de una nueva cohorte de egresados de la Maestría en Administración. El acto contó con la participación del presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Luis Enrique García, quien asistió en calidad de orador de orden.

La Directora Académica del IESA, Rosa Amelia González, se encargó de darle apertura formal al evento y ofrecerle la bienvenida a todos los presentes.

El Vicepresidente del IESA, Carlos Hernández Delfino, también ofreció unas palabras. En su discurso enfatizó parte de los logros que el Instituto ha conquistado en cinco décadas. Recalcó que gracias al IESA, gerentes y empresarios han ampliado sus conocimientos y han mejorado el desempeño de las organizaciones públicas y privadas.

El Presidente Ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Luis Enrique García, fue el orador de orden. García sostuvo que la región, y en particular Venezuela, requiere alcanzar un crecimiento sostenido, sostenible y de calidad. Para ello, aseguró que es indispensable la formación de calidad, con el propósito de tomar decisiones estratégicas que acompañen esta meta.

Señaló que entre las virtudes que poseen los egresados del IESA se encuentra el trabajo mancomunado, a su juicio la formación del Instituto se orienta a enaltecer el trabajo en equipo, cualidad necesaria para la difusión y aplicación del conocimiento.

Recalcó que el IESA ha tenido un impacto positivo en CAF, ya que 35 funcionarios de esa organización son egresados del IESA, incluyendo 5 miembros del personal directivo de la misma.

Asimismo, en el acto fueron reconocidos por el mayor rendimiento académico de la maestría Eduardo Pérez, Alfonso Petite y Oswaldo López. Este último fue el encargado de dar las palabras por el grupo de graduandos de la maestría en Administración. En su discurso hizo un ejercicio de reflexión en el que les pidió a los asistentes imaginarse que estaban en 2050 y él le daba a su hijo un mensaje con cinco lecciones:

Entre las cinco lecciones estaban: entender que un buen equipo es capaz de convertir lo ordinario en extraordinario, comprender el valor del ser humano, amar a tu país sin importar donde estés, no calles cuando tengas la razón y nunca dejes que el ruido de los malos opaque las voces de los buenos y soñar y hacer que las cosas pasen.