La profesora Rosa Amelia González, coordinadora del Centro de Políticas Públicas del Instituto y quien dio la introducción al evento, resaltó la importancia de la investigación para poder visibilizar las condiciones de los servicios básicos, y con ello realizar un diagnóstico de aquellos que signifiquen un mayor impacto en la calidad de vida del venezolano.

El estudio se basó en 5.200 encuestas a hogares en ocho ciudades principales del país: Caracas, Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, Punto Fijo, San Cristóbal, Ciudad Bolívar y Barcelona. 

Julio César Cubas explicó que el servicio con peor desempeño fue el agua potable; aproximadamente 70% de la población lo valora negativamente. “Los ciudadanos lo perciben como inconstante y resaltan el problema relacionado al color del agua. Entre 20 a 22 millones de habitantes se ven afectados por el tema del suministro”, señaló. 

También comentó que se están presentando enfermedades vinculadas a la ausencia de este servicio: “principalmente hablamos de enfermedades gastrointestinales y de la piel, y en menor medida de enfermedades respiratorias”.

 

En cuanto a la energía eléctrica, el año pasado 44% de los encuestados manifestaron haber tenido fluctuaciones importantes en el servicio. Entre las ciudades más afectadas está Maracaibo: 90% de los habitantes considera que el servicio es de mala calidad; de ellos, 57% indica tener apagones varias veces al día, todos los días.

“Y es que la dependencia a la energía hidroeléctrica se ha incrementado, mientras la capacidad termoeléctrica del país ha disminuido hasta 15% por la escasez de combustible. Además, debemos resaltar que las fallas traen como consecuencia directa la pérdida de electrodomésticos y alimentos”, dijo Cubas.

Entretanto, el sector de telecomunicaciones fue el mejor valorado en comparación con otros servicios. Un total de 60% de los encuestados dijo tener buen acceso a Internet. Sin embargo, Cubas aclaró que cuando se trata de telefonía móvil, solo la mitad de las estaciones en Zulia, Lara, Barinas y los Andes “poseen energía de respaldo para trabajar durante cuatro horas en caso de apagones”. 

Respecto al gas doméstico, el estudio concluyó que 94.7% de la población depende de este servicio para cocinar y la gran mayoría utiliza bombonas. “En el 95% de los casos, los ciudadanos deben cancelar en efectivo su compra, por solicitud de los distribuidores”, finalizó el experto.