Musas que inspiran: un tributo a la fuerza, resiliencia y voluntad femenina
El auditorio Alberto F Vollmer del IESA se llenó de aplausos y emoción el pasado miércoles 26 de marzo, durante el evento "Musas que inspiran", una celebración de la mujer que resonó con historias de éxito, resiliencia, valentía y fuerza de voluntad.
María Ignacia Arcaya, vicepresidenta de Impacto Social en la Organización Cisneros, moderó un panel excepcional compuesto por mujeres líderes que compartieron sus experiencias transformadoras: Natalia Caamaño, CEO de Beconsul; Verónica Ruiz del Vizo, CEO de Wos Holding Company; Lenis Toro, especialista en Mercadeo y Gestión de Marca; Victoria Nogueroles, directora del Banco Nacional de Crédito; y Nunzia Auleta, directora académica del IESA. La profesora Claudia Álvarez Ortiz del IESA, coordinadora del programa de Liderazgo, cerró el evento con una reflexión profunda y conmovedora.
Carlos Jaramillo, vicepresidente ejecutivo del IESA, inauguró el evento destacando la importancia de la inclusión laboral femenina, uno de los temas del estudio realizado en colaboración con el BID. En este sentido, advirtió que se ha fallado como sociedad al no garantizar la inclusión laboral de la mujer, razón por la cual insistió en la necesidad de promover una sociedad inclusiva, donde se brinde educación financiera a la mujer, así como planificación familiar.
Cada historia de las musas hilvanó vivencias personales y experiencias enriquecedoras en el plano profesional, muchas de ellas con un común denominador: la fuerza de voluntad que las llevó a moverse, a persistir en su objetivo y a no desistir de la idea de hacer la diferencia, como mujeres. Subdelia Sevilla, al presentar a las musas recordó a la profesora Janeth Kelly, quien le había dejado un mensaje muy importante: “la mayor responsabilidad de una mujer es apoyar a otras mujeres para que crezcan. Debemos construir un semillero de mujeres que impulsen a otras, para lograr que se proyecten”.
Hilo de historias que mueven la voluntad
Victoria Nogueroles, administradora y consultora de negocios destacó su pasión por el emprendimiento y por el canto. Confesó que por querer ser cantante salió del país a estudiar, pero lo que no sabía era que la salud de sus cuerdas vocales le impediría alcanzar este sueño, adversidad que luego le ayudó a encontrar su potencial de desarrollo, cerca de su padre y abuelo. “Cuando empecé a creerme el valor agregado que tenía y cuando supe que la fuerza me venía de adentro, empezaron a confiar en mí y en mis capacidades”.
Natalia Caamaño, ingeniera en computación, con una larga trayectoria profesional como líder en BECO, narró su experiencia desde el rol de madre, pues estando embarazada fue postulada al cargo de gerente general. Ella pensó que no habría posibilidades para ella, dada su condición maternal. Pero no fue así, pues la nombraron gerente general y con ello comprobó que la maternidad le permitió desarrollar exponencialmente su capacidad resolutiva. “Fui privilegiada, no fui descartada por estar embarazada. Ser mamá no me limitó en mi desarrollo profesional ”.
Lenis Toro, quien es profesora de la Universidad Monte Ávila, recordó uno de los retos más importantes que ha tenido que asumir en el sector aeronáutico, al ser nombrada directora general, un rol en el que predominan los hombres. Tuvo que participar en todas las reuniones para aprender, preguntar, repreguntar y después entender que ya no le podían echar cuentos, porque se había preocupado por asimilar la naturaleza del negocio para poder dirigirlo. Le tocó romper paradigmas y seguir preparándose para volverse cada día mejor, sin descuidar el balance físico, espiritual, emocional y profesional, al tiempo que era mamá, esposa, e hija.
Nunzia Auletta, doctora en Ciencias Políticas y magíster en Administración de Empresas, por su parte, se declaró apasionada de la innovación y el emprendimiento. Explicó cómo había comenzado a tener participación en juntas directivas, donde se sentía con el poder de decir cosas que nadie se atrevía a decir, pero que poco a poco, este impulso determinó su grado de influencia y participación en las juntas directivas, destacando que actualmente participa en la de MAPFRE, y se siente respetada y apreciada por su contribución.
“Desde el IESA estamos comprometidos con la formación de la mujer, con apoyar y favorecer su empoderamiento. Sabemos que no basta con hacerlo, sino declararlo y compartirlo con otros, para servir de testimonio y de movilizador de otras experiencias que apunten al mismo objetivo. Nuestra cultura es muy oportuna para el empoderamiento femenino y en el mundo empresarial estamos mejor que otros países de Latinoamérica. Pero eso no es suficiente. Debemos seguir trabajando por apoyar a la mujer”, detalló Nunzia Auletta.
Verónica Ruiz del Vizo, empresaria seriada especializada en comunicaciones y marketing moderno, también fue una de las musas que inspiró a los participantes. Reveló la influencia que tuvo su abuela en su camino profesional y cómo la pérdida de su madre a muy temprana edad, y la enorme responsabilidad que eso significó, fueron situaciones que la movilizaron en la búsqueda de recursos para su familia. Agradece a todos los hombres que la han apoyado en el logro de sus metas. Cree firmemente en que la educación tiene el poder de transformar y que por tanto, entre sus primeras iniciativas estuvo el Bootcamp Vero, dedicado a la formación de los más de 45 mil alumnos, desde sus inicios durante la pandemia. “Hemos querido ser unos provocadores, sembradores de posibilidades con educación experiencial, reuniendo nuevas herramientas para presentar innovadoras opciones para las mujeres, para los emprendedores”.
El cierre estuvo a cargo de la profesora Claudia Álvarez Ortiz, coordinadora del Programa de Liderazgo del IESA, quien dedicó su participación a su madre, su inspiración en la vida, quien renunció al arte, a lo que más le apasionaba, para generar un negocio que se convirtió en el sostén de la familia en tiempos complejos.
“Esas decisiones que tomamos se convierten en el legado que dejamos. Esas decisiones tienen valores que inspiran. Valores como la determinación, la valentía, la confianza, la perseverancia y el amor. Por eso, es importante agradecer a las mujeres que toman decisiones importantes, porque en su mayoría no son para sus propios intereses, sino para el interés de los demás, de sus familias. Por eso, yo como mujer decido entregarme a mi vida con plenitud, y las decisiones que voy a tomar, serán desde mi ser. ”